Kirchner: lider del expresionismo alemán



Kirchner. El pintor, autorretrato 1919
Como os dije en mi anterior entrada os voy a comentar mi parecer sobre la última exposición que visité el pasado mes de Agosto en Madrid:   Enst Ludwig Kirchner en la fundación Mapfre.


Kirchner, 1919
Sobre su biografía tenemos extensa información, pero me gustaría resaltar los hechos de su vida que a mi parecer influyeron decisivamente en su arte y a través de estos hechos  profundizar sobre la obra de este genial artista. Enst Ludwig Kirchner nació en Alemania (Aschaffenburg, 1880) y que fue sin duda  una de las figuras más importantes  del movimiento expresionista alemán. Fue fundador del grupo Die Brücke (El Puente) junto  a varios artistas amigos suyos de la escuela de arquitectura, Erich Heckel (1883-1970), Fritz Bleyl (1880-1966), Karl Schmidt-Rottluff (1884-1976) . El ideario de este grupo era romper con la oficialidad en contra de la sociedad burguesa a través de un arte más primitivo, por medio de un color antinatural, subjetivo y brillante, alterando las formas, la perspectiva y trazando los contornos con líneas gruesas, rápidas y contundentes como si se tratase incisiones en madera. 

Es importante poner de relieve la filosofía de vida de este grupo de jóvenes para conocer y entender más profundamente su pintura. Estudiantes de arquitectura,  de buenas familias burguesas, deseaban romper con el arte y las formas de vida convencionales; mediante "El puente" se trataba de llegar a la otra orilla huyendo de lo académico, donde fuera posible una expresión artística directa, espontánea, reflejo de una vida más libre. De hecho es una reivindicación y una vuelta a la armonía del hombre con la naturaleza. Me atrevería decir, salvando las distancias,  que fueron los antecesores de los hippies en una época muy anterior donde los convencionalismos estaban mucho más arraigados.

Kirchner. Bañistas en Moritzburg, 1909
Kirchner. Tres bañistas

Viendo estas pinturas no podemos dejar de pensar en  la similitud conceptual  y estilística con el fauvismo francés que por aquellos años (1905) conmocionaba al público y a la crítica en el Salón de Otoño parisino. Sin duda alguna Kirchner y los suyos, igual que ya admiraban la obra de Van Gogh, conocieron y asimilaron para sí mismos la nueva corriente del grupo de Matisse.

Siempre me gusta poner de relieve la carrera artística de los artistas, la cual es a mi juicio  un proceso imprescindible para completar el talento que pueda disponer el artista de forma innata. No vayamos a pensar que todo este arte, que mirado con ligereza puede parecernos "mal hecho", surgió de la nada. Mientras realizaba sus estudios de arquitectura, Kirchner pasó un semestre en Múnich dedicándose exclusivamente al arte. Asistió a cursos de modelado, dibujo de desnudos y anatomía en la Akademie. Además se inscribió en la escuela privada de Wilhelm Debschitz donde estudió técnicas de xilografía. La xilografía es una técnica de impresión con plancha de madera. El texto o la imagen deseada se talla a mano con una gubia o buril en la madera que luego se impregna de tinta y se presiona contra un soporte que generalmente es el papel. Es un procedimiento muy antiguo que los expresionistas utilizaron para conseguir este "primitivismo" que buscaban.  La elegancia en el colorido y la composición de estas xilografías que he podido admirar demuestran, además de su gran talento, un conocimiento profundo de la técnica.
Cromoxilografías realizadas durantes los años de la guerra (1915) en las  que nos muestra de forma expresiva sus miedos y sus visiones de estos aterradores años. 
Xilografías que servían a Kirchner como bocetos para sus obras sobre lienzo.

 Si bien la pintura constituyó la parte principal de su arte, la escultura fue otro de sus dominios que más le ayudaron a encontrar su proceso creativo en la creación de los espacios y las formas cerradas. Las esculturas en madera talladas directamente de la pieza como hacían los primitivos, a los que el artista quería retornar, nos demuestran una vez más su gran capacidad para asimilar las tres dimensiones. Rústicas pero al mismo tiempo de líneas y ritmos expresivos y elegantes.
Kirchner. Chica desnuda (1912)

De su obra pictórica, de la que soy gran admirador desde hace años, me gustaría destacar esta fuerza creadora que observamos en todos sus lienzos, tanto en su color como en su forma así como su pincelada zigzagueante y nerviosa. Esas urbes, llenas de personajes inquietantes, caballeros con sombreros de copa que parecen hacer cola en espera de las prostitutas, estos escenarios de la gran ciudad que parece ahogar a los personajes en un caos de agresividad y al mismo tiempo de soledad.


Kirchner. Berlín Street (1913)

Los retratos femeninos y desnudos son una parte muy importante de su obra, este contacto entre el arte y naturaleza donde los cuerpos  desnudos de las bañistas se balancean entre las crestas de las olas en movimiento ¡Que libertad y coherencia entre los cuerpos desnudos y este arte espontáneo! 

Kirchner. Bañistas en la playa

A principios de 1911 Eric Heckel, uno de los miembros del grupo, conoció a dos hermanas adolescentes, Marzella y Fränzi, hijas de la viuda de un artista. En esta época  participaron intensamente en la vida del grupo. De la misma forma que con otras jovencísimas muchachas, los pintores no se limitaban a mantener relaciones platónicas en el estudio. Debido a su despreocupación, se convirtieron en sus modelos preferidas, tanto desnudas como vestidas, la cual cosa gustaba mucho a Kirchner que siempre buscaba la naturalidad del modelo, a las cuales no dejaba posar más de quince minutos seguidos para no agarrotar a las muchachas. Esta libertad y naturalidad tan abierta nos puede parecer, aún hoy en día, muy atrevida teniendo en cuenta que esto ocurría hace más de cien años; podemos pues hacernos una idea que la filosofía del grupo, muy avanzada para su época, era llevada a su máxima expresión tanto en la teoría como en la práctica.

Kirchner.
Fränzi posa desnuda en el estudio del grupo

Kirchner. Chica con gato
Presumiblemente se trata de la  quinceañera Marzella

 Como todo artista creador Kirchner no se conforma con una fórmula única que le pueda resultar cómoda sino que se aventura con nuevos trazos, a veces más pausados y relajados, como en esta composición de desnudos cuya sobriedad y acierto en su colorido nos crea una sensación de relajación y de armonía absoluta. No se puede ignorar en esta obra la similitud y acercamiento  con los primitivos góticos 

Kirchner.  Mujeres Bañándose (1915)
  Lo que más me fascina de este artista es esta osadía que no permite en ningún momento la duda, ese pensamiento racional que en su caso rehuye casi de forma absoluta en beneficio de la expresividad de la obra . El trazo seguro, contundente, muchas veces agresivo que rompe la perspectiva de las líneas, de forma se podría decir hiriente para los puritanos, pero que consigue gracias a ello un movimiento constante de sus personajes y embriagarnos con su magia pictórica. 

Kirchner. Dos mujeres con lavamanos (1913)
La novia de Kirchner, Erna , con traje verde y su hermana Gerda


Kirchner
Mujer ante el espejo (1912)

No se puede pasar por alto que Kirchner tuvo a lo largo de su vida varios episodios cuya salud se vio seriamente alterada con crisis nerviosas y depresiones agudas. El consumo de alcohol y drogas tuvo gran repercusión a lo largo de su vida y obviamente influyó en su obra . La primera guerra mundial supuso para él un colapso psiquico-físico y fue declarado inútil para el servicio. Como consecuencia de ello ingresará en varios sanatorios que ya no abandonará de forma intermitente a lo largo de su vida. Observemos este autorretrato de soldado con la mano amputada, que aunque realmente no sucedió, nos representa la tragedia de verse arrebatado por la guerra de su medio para pintar. Al fondo la imagen de la mujer que encarna al mismo tiempo el deseo por su amante y por el arte. La crueldad y el miedo representados  de forma magistral. Como cabe esperar en todo artista consecuente el hombre y su obra son inseparables.

Kirchner
Autorretrato como soldado, 1915


Hay un cuadro de Kirchner que me impresiona mucho y que no he podido contemplar en la exposición de Madrid, se trata de Artillery Men in the Shower (Artilleros en la ducha). Como su nombre indica se ve un grupo de hombres desnudos en la ducha, soldados artilleros, que sin embargo podrían parecer mujeres si no fuese por sus penes bien visibles. El aspecto esquelético de estos hombres, su colorido amarillento, el encuadre claustrofóbico del lugar donde se encuentran sin apenas espacio para moverse, la caldera alimentada por un hombre en cuclillas cuya tubería encierra aun más al grupo de hombres, me hace pensar en las cámaras de gas que utilizarían los nazis para sus exterminios en la siguiente guerra. Si no fuese porque el cuadro está fechado en 1915, es decir más de 20 años antes de los escalofriantes sucesos, se podría pensar que kirchner tuvo una premonición de los hechos, un sueño traspasado al lienzo con horrible realismo. Aun no siendo esta la imagen que Kirchner quiso representar, la escena también nos delata con crudeza las penurias de la guerra en el acuartelamiento.

Kirchner. Artillery Men in the Shower (1915)
Antes de acabar la guerra, en 1917 viaja a Davos (Suiza), ayudado por sus amigos y el director médico del sanatorio para reponerse de sus crisis nerviosas. Cuando el arquitecto belga Van der Velde le visita expresa con estas palabras su impresión:" ... una autentica víctima de la guerra; el infernal delirio de ser enviado de nuevo a la batalla le había perturbado... En Davos encontré a un hombre enflaquecido, con una mirada penetrante y febril... Parecía horrorizado de verme junto a su cama y apretaba sus brazos convulsivamente contra el pecho. Bajo la camisa escondía el pasaporte como un talismán que, junto con el permiso de estancia en Suiza, podía protegerle de unos enemigos imaginarios que querían entregarle a las autoridades alemanas." 

Kirchner
Autorretrato como enfermo
Kirchner en el sanatorio Suizo, obra pintada durante el verano de 1917 donde refleja su aislamiento y ansiedad.
Una vez acabada la guerra su miedo a ser reclutado se desvanece y su salud mejora. El artista había encontrado un nuevo hogar en Suiza y en breves ocasiones hasta su muerte volvería a Berlín. Después de unos años de recuperación, siempre con recaídas, reconocido y admirado en mundo artístico alemán e internacional, los acontecimientos políticos hicieron girar de nuevo su vida. Un nuevo conflicto se avecinaba,  un conflicto que solo vislumbró por los efectos que tuvieron sobre sus obras y las de otros artistas expresionistas, obras que fueron tratadas como "arte degenerado" y muchas de las cuales fueron destruidas y apartadas de los museos por el nuevo movimiento totalitario del nazismo. La enfermedad  y la desesperación provocada por la situación política y la decepción de verse excluido del panteón del arte alemán, intensificaron sus crisis nerviosas. El miércoles 15 de junio de 1938 destruyó dibujos, quemó gravados y una serie esculturas de madera, después se disparó un tiro en el corazón.


No he dejado de admirar en esta exposición sus paisajes alpinos, los interiores de las propias casas alpinas y sus gentes. Obras llenas de romanticismo expresionista, angulosas, con la fuerza que le caracteriza y al mismo tiempo una ingenuidad primigenia. Nunca el paisaje alpino se ha pintado de esta manera. Observando detenidamente y de cerca muchas de sus obras uno se maravilla de la facilidad para conseguir la obra acabada dejando muchos espacios de la tela sin cubrir, espacios vacíos que sin embargo armonizan toda la superficie como si se tratase de un color más. Nunca un titubeo, nunca un arrepentimiento, nunca una insistencia, todo realizado con celeridad, con una pincelada nerviosa pero segura, con una tonalidad fuerte pero nunca estridente, con un color irreal pero verdadero. Se podría decir que la razón está desbordada por la intuición pero nunca anulada. Es aquel estado eufórico del que hablaba Cèzanne: el pintor debe estar siempre emocionado... y kirchner  está además en un estado de absoluto éxtasis.  

Kirchner, El valle de Sertig en Otoño

Kirchner, Las Montañas (1921)

Kirchner, Alpenweg nach dem Gewitterleyenda (1923)
Como he dicho más arriba, Kirchner no se limita a repetir la misma fórmula. En el transcurso de los años sus cambios, al igual que su vida, se hacen patentes. También la influencia del cubismo de Picasso se percibe empleando colores mucho más planos, formas más redondeadas y composiciones más decorativas. La línea gruesa encierra sus colores a modo de franjas, como hicieron también los Nabis y muy anteriormente los góticos. En cierta manera me parece un distanciamiento muy grande de la expresividad de su época juvenil y madura reduciendo sus sentimientos a elegantes formas más decorativas y arbitrarias. Sin embargo ahí radica la valentía artística de los grandes hombres, que experimentan nuevos caminos no explorados por el propio artista para satisfacer así su ansía de creación ilimitada ¡Grande Kirchner!

Kirchner, Amazona (1931)








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