Mi padre el pintor Oriol Martí Valls

Autorretrato de 1948
Hoy, 4 de septiembre, se cumplen cinco años de la muerte de mi padre, el pintor Oriol Martí Valls , y es para mi una necesidad y un orgullo hacerle este pequeño homenaje virtual en internet, tecnología que no coincidió con su tiempo, para que más amantes del arte puedan conocer breves pinceladas de su biografía y sobre todo poder contemplar algunas de sus obras. Es mi intención también poner de relieve la figura de mi padre dentro del paisajismo de la segunda mitad del siglo XX y que las personas que puedan adquirir una de sus obras, ya sea a través de subastas o por mediación de cualquier galería puedan conocer su recorrido artístico y la importancia de su legado.

Mi retrato hacia los 10 años
 realizado por mi padre.
Óleo sobre madera, 1968


Mi retrato hacia a los 19 años
 realizado por mi padre.
Lápiz, 1977


También es mi deseo comentar que la influencia que ejerció mi padre por mi posterior amor hacia la pintura y el conocimiento que obtuve en estos primeros contactos con la técnica y el estilo impresionista son hechos obvios. Recuerdo de niño verlo pintar cuando llegaba del colegio. Por aquel entonces, tuvo que dedicarse principalmente a la decoración de interiores para sacar a su familia adelante, ya que la pintura era un medio de vida insuficiente, sin embargo nunca lo abandonó totalmente. Dedicaba algunas de sus horas libres a realizar encargos de copias de cuadros famosos o antiguos, paisajes de los pintores flamencos del siglo XVII, escenas de caza (actividad a la que era muy aficionado), escenas costumbristas, etc. No puedo olvidar mi admiración al ver aquellas figurillas de campesinos con la camisa roja que contrastaban con el verde campestre de los paisajes antiguos, aquellos veleros y corbetas repletos de mástiles y correajes, con sus velas desplegadas en un mar color plata y apacible, aquellas perdices sin vida pero que poseían un plumaje que daban ganas de acariciarlo. Sin duda esto caló fuertemente en mi y trazó mi posterior camino.



A los pocos días después su fallecimiento, publiqué en una revista local de Sant Pol de Mar, un escrito sobre su vida y algunas informaciones personales sobre su figura humana y artística. Transcribo íntegramente dicho escrito traducido al castellano, y también incluyo más abajo la versión original en catalán tal como fue publicado. Añado al final de estos textos una de las críticas publicadas sobre sus exposiciones en los diarios de la época.


Oriol Martí.  Huerto en Primavera,
1991 - Óleo sobre tela


ORIOL MARTÍ VALLS: EL AMOR POR LA NATURALEZA

El pasado 4 de septiembre nos dejó Oriol Martí Valls, el pintor de Sant Pol de Mar, a la edad de 80 años. Escribir sobre alguien tan cercano y querido, como era mi padre, puede pecar de falta de objetividad hacia su figura como artista, pero también puedo decir, que la proximidad que por razones de sangre nos unían, hace que pueda describir con más profundidad su calidad humana. Intentaré pues, hacer un pequeño resumen biográfico y humano, de aquello que sé por lo que él mismo me explicó, por lo que otros me han relatado y por lo que yo puedo aportar como pintor y como hijo.


Sant Pol de Mar hacia 1930


Sant pol de Mar hacia 1930
Oriol Martí Valls, mi padre, nació en Sant Pol de Mar , un pueblo de la costa catalana a 45 Km al norte de Barcelona, un 20 de Diciembre del año 1925 ya que por aquel entonces sus padres, barceloneses de nacimiento, se habían trasladado a vivir al pueblo donde veraneaban. Hijo del poeta y antiquario Antoni Martí Monteys, ya desde el comienzo de su vida, verá desfilar por la casa paterna delante de sus ojos a poetas, artistas, intelectuales y toda una “troupe” de personajes  diversos y bohemios que marcarán para siempre su destino.


Autorretrato a lápiz, 1948
Con la llegada de la Guerra Civil Española (1936) la familia se traslada a la población de Sant Feliu de Codines, un pueblo del interior, huyendo del hambre y de los bombardeos que sufría Barcelona. Durante tres años, aquellos ojos infantiles, absorbieron los colores y la belleza de la naturaleza, hecho que también será decisivo para entender el conocimiento profundo , el amor y la fidelidad de armonias que posteriormente supo trasladar a su obra pictórica.

Acabada la guerra, la familia vuelve a Barcelona. Empieza los estudios primarios, pero no fue nunca un buen estudiante, razón por la cual su padre decidió que aprendiera un oficio ralacionado con su vocación artística. Trabaja en diferentes talleres de decoración y restauración de muebles. Al año siguiente, Oriol ingresa a la academia de dibujo y pintura de Nolas Valls compaginándolo con la Escuela Massana, donde cursa estudios de dibujo y decoración.

Retrato al carbón de Oriol Martí realizado por
su maestro Porcar
Entre el 1949 y 1950 pasó largas temporadas en Castellón , pintando en la casa del destacado artista Juan Bautista Porcar, otro de los personajes que rodeaban la casa familiar de sus padres. Relata su sobrino Jaume Infiesta, en el libro que editó de su tío, El Pintor Oriol Martí, que en una de las visitas que realizó a la casa de Porcar en Castellón, este le preguntó: “¿Tu tío “l’Oriolet” continúa pintando?”. Ante su respuesta afirmativa Porcar dijo: “Mira chico, por aquí han venido muchos jóvenes para aprender mi arte y mi forma de trabajar, pero ninguno lo ha conseguido ¡Ah! Tan sólo el “puñetero” de tu tío, ¿y sabes porqué? Porque “l’Oriolet” tiene el don. Dile que siga pintando, porque su facilidad hay que aprovecharla”.








Oriol Martí pintando en Sant Pol de Mar (1948)
En 1951 pinta conjuntamente, con su amigo y maestro Emili Bosch Roger en las calles de Barcelona. De este maestro aprenderá a captar el movimiento de las figuras y la simplificación del paisaje urbano, de Porcar la profundidad, la convergencia de las líneas y estos cielos llenos de movimiento que lo hacían inconfundible. Paisajista por naturaleza era de los pocos pintores que plantaba su caballete desafiando la luz y las inclemencias del tiempo captando el momento fugaz de esta naturaleza que él tanto amaba y conocía, sin embargo  "se atreve con la figura y sale bastante airoso de su cometido.." - Crítica publicada en el Correo Catalán en 1950. En los años años 1951 y 1954 hizo sus primeras exposiciónes en solitario en la prestigiosa Sala Rovira de Barcelona consiguiendo una buena respuesta por parte del público coleccionista y de la critica.



Oriol Martí. Retrato de una modelo, 1948



Oriol Martí.  Retrato de su esposa Mº Victoria,
1954 - Óleo sobre tela
Se casa en 1954 y es padre progresivamente de cinco hijos. Este hecho le cambiará su destino como pintor absoluto y para poder llevar el peso de su familia tendrá que dedicarse durante unos años a la decoración de interiores. En el año 1976, siempre siguiendo sus impulsos artisticos, será director de una Galería de arte. Después de este alejamiento circunstancial y relativo de la pintura, Oriol vuelve a remprender este camino que interiormente nunca habia dejado; desde entonces en ningún momento lo abandonará hasta su muerte.

Oriol Martí. Desde Can Villá (Sant Pol de Mar),  2000




Estos son los hechos más relevantes de su biografía, pero la personalidad de mi padre no se puede separar nunca de su obra pictórica; el hombre y su obra eran un todo inseparable. Bohemio, sentimental, romántico y con un conocimiento profundo de la naturaleza; “no se puede pintar aquello que no conoces, aquello que no vives” decía a menudo. Oriol era hijo del pueblo de Sant Pol de Mar , aquí nació, y aunque la ciudad de Barcelona fue su lugar de residencia habitual, aquí vivió gran parte de su vida y aquí fue donde nos dejó, y es por esto que el verde de los pinos, sus cielos de plomo, “el grop” como él los llamaba, el mar y la barca dormida, la salida del sol naciente y el contraluz con las blancas casas que se volvían azules y violetas, eran tan próximas, tan reales y a la vez tan emotivas. Nunca se quiso embarcar con la llamada “Vanguardia pictórica”, aun teniendo más que suficientes aptitudes y técnica para hacerlo; su “vanguardia” era su propia pintura, su propia caligrafia dentro del impresionismo; sus inquietudes eran superarse a si mismo en aquello que él creía y sentía. No era amigo de los “vernissages” y de la “literatura” que hacían los criticos de arte sobre la pintura; “Yo pinto y basta” decía emulando al pintor Isidre Nonell.

Oriol Martí hacía 1998
Oriol era bohemio, vivía siempre el presente sin pensar en el futuro. Pasó momentos económicamente precarios, parece ser este uno de los estigmas del artista, pero con su espíritu aventurero y apoyado por la fuerza de su esposa, Mª Victoria, siempre salió a flote dignamente. A veces lo veía todo negro, pero al día siguiente volvía a ver la vida repleta de colores. Era sentimental y romántico y por esto se emocionaba y disfrutaba de las pequeñas cosas de la vida ; podía contagiar  a todos su amor por la naturaleza, amaba a su familia, era amigo de sus amigos y podía conversar largamente y disfrutar con el más simple de los seres humanos o con el más instruido e intelectual hombre de la alta sociedad; eso sí, cuándo alguien no le gustaba se alejaba de él sin ningún miramiento.

Oriol Martí, exposición a Sant Pol, 2005 
El pasado mes de Agosto tuve la satisfacción de hacer una exposición en Sant Pol de Mar con mi padre y mi sobrino, también pintor, Nico Brunet . Mi padre la tituló Tres Generacions; fue una iniciativa que concibió con mucho entusiasmo, como si se diese cuenta que podía ser su despedida y el legado que quería compartir con los suyos. Viendo yo sus telas no podía dejar de admirar que aquella fuerza, aquella precisión y aquella verdad pudiesen salir de aquellas manos temblorosas y de aquellos ojos apagados por la enfermedad; y es que todo aquello no le salía de sus manos, ni de sus ojos, no, todo aquello le brotaba de su corazón y de su alma, que es la verdadera fuente de donde sale todo el arte.

Oriol Martí Valls, mi padre, “un representante particular de un especimen humano en vías de extinción...”, palabras de Claudi Puchades en el mágnifico prólogo del libro El pintor Oriol Martí. Ahora este “especimen humano” nos ha dejado. Los que lo queríamos lo tendremos en el recuerdo para siempre; sus amigos, que él sabía elegir muy bien, también lo recordarán por su manera especial de entender la vida; y los que no le conocían tan profundamente o ni siquiera lo conocían, podrán disfrutar para siempre de sus pinceladas que salían con pasión de la parte más intima de su alma .


Su hijo

Guillermo Martí Ceballos
Septiembre de 2006



Oriol Martí pintando en Sant Pol de Mar (1974)


Pintando "en plein air",  1972

ORIOL MARTÍ: L’AMOR PER LA NATURA
El passat 4 de setembre ens va deixar l’Oriol Martí Valls, el pintor de Sant Pol, a la edat de 80 anys. Escriure sobre algú tan proper i estimat, com era el meu pare, pot pecar de falta d’objectivitat vers la seva figura com a artista, peró també puc dir, que la proximitat que per raons de sang ens unien, fa que pogui descriura amb més profunditat la seva qualitat humana. Intentaré doncs, fer un petit resum biográfic i humá, d’alló que sé per lo que ell mateix em va explicar, per lo que altres m’han relatat i per alló que jo puc aportar com a pintor i  com a fill.
L’Oriol Martí Valls, el meu pare, va neixa a Sant Pol de Mar  un 20 de dessembre de l’any 1925. A les hores els seus pares, barcelonins de naixement, s’ havien traslladat a viure al poble on estiuexaban. Fill del poeta i antiquari Antoni Martí Monteys, ja desde el començament de la seva vida, va veura desfilar devant dels seus ulls a poetes, artistes, intel.lectuals i tote una “troupe” de personatges  diversos i bohemis que van marcar  per sempre el seu destí.
Durant la Guerra Civil la familia es trasllada a Sant Feliu de Codines i durant tres anys, aquells ulls infantils, van absorbir els colors i la bellesa de la natura  , fet que també esdevindrá primordial per entendre el coneixement profund , l’amor i la fidelitat d’armonies que posteriorment va possar a la seva obra pictórica.
Acabada la guerra, la familia torna a Barcelona. Comença els estudis primaris, però no va ésser mai bon estudiant, raó per la cual el seu pare va decidir que aprengués un ofici ralacionat amb la seva vocació artistica. Treballa en diferents tallers de decoració i restauració de mobles. A  l’any seguent, l’Oriol ingressa a l’acadèmia de dibuix i pintura d’en Nolas Valls alternant-ho amb l’Escola Massana, on cursa estudis de dibuix i decoració.
Entre el 1949 i 1950 va passar llargas temporades a Castelló, pintant a la casa del destacat pintor J.B. Porcar, un altre dels personatges que envoltaven la casa familiar dels seus pares. Relata el seu nebot Jaume Infiesta, en el llibre que ell va editar El Pintor Oriol Martí, que en una de les visitas que ell mateix va fer a Can Porcar a Castelló, en Porcar li va preguntá: “El teu oncle l’Oriolet, continua pintant”. Devant la seva resposta afirmativa en Porcar va dir: “Mira noi, per ací han vingut molts “xiquets” per apendra el meu art, la meva forma de treballar i cap no ho ha conseguit. Ah! tan sols el “punyetero” del teu oncle, i saps perquè?. Perquè l’Oriolet té el do. Digues-li que seguixi pintant, perquè la seva facilitat cal aprofitar-la. 
El 1951 pinta conjuntament, amb el seu amic i mestre  E. Bosch Roger a Barcelona.  D’ aquest mestre apendrá a captá el moviment de les figures i la simplificació del paisatge urbá, d’en Porcar la profunditat, la convergència de les línies i aquest cels plens de moviment que el feian inconfunible. Paisatgista per naturalesa era dels pocs pintors que plantava el seu cavallet desafiant la llum i les inclemències del temps captant el moment fugaç d'aquesta naturalesa que ell tant estimava i coneixia, no obstant això "se atreve con la figura y sale bastante airoso de su cometido..." - Crítica publicada en del Correo Catalàn a l'any 1950.  L’any 1951 i el 1954 va fer la seva primera exposició en solitari a la Sala Rovira de Barcelona tot aconseguint una bona resposta per part del públic col·leccionista i de la critica.
Es casa al 1954 i es pare progresivament de cinc fills. Aquet fet li cambiará el seu destí com a pintor absolut i per poder portar el pes de la seva familia aura de dedicarse durant uns anys a la decoració. L’any 1976, sempre seguin els seus impulses artistics, será director d’ una Galeria D’art. Després d’aquest allunyament circumstancial de la pintura, l’Oriol torna  a rependra aquet camí que interiorment mai habia deixat; desde llavors en cap moment ho va abandoná, fins a la seva mort.
Aquets son els fets mès rellevants de la seva biografia, pero la personalitat del meu pare no es pot separá mai de la seva obra pictórica; l’home y la seva obra eran un tot inseparable. Bohemi, sentimental, romántic i amb  un  coneixement profund de la natura; “n o es pot pintà alló que no coneixes, alló que no hi vius” deia sovint. L’Oriol era fill de Sant Pol , aqui va neixa, aquí va viure gran part de la seva vida i aquí ens va deixar, i per aixó la verdor dels pins, el seus cels de plom, “el grop” com deia ell, la mar i la barca adormida, la sortida del sol ixent i el contrallum amb les blanques cases que es tornaben blaves i violetes, eran tan properas, tan reals i a la vegade tan emotives. Mai es va volguer embarcar amb l’anomenada “vanguarda pictórica”, tot i tenin més que suficients aptituts i técnica per fero; la seva “vanguarda” era la seva propia pintura, la seva propia caligrafia dins de l’impressionisme; les seves inquietuts eren superar-se a si mateix en alló que ell creia i sentia. No era amic dels “vernisatges” y de la “literatura” que feian els critics d’art sobre la pintura; “Jo pinto i prou” deia emulant al pintor Isidre Nonell.  
L’Oriol era bohemi, vivía sempre el present sense pensar en el futur. Va passar moments económicament precaris, semble esser un dels estigmes dels artistes, però amb el seu esperit aventurer i recolzat per la força de la seva muller, la Mª Victoria, sempre s’en va ensurti dignament. A vegades o veia tot negre, pero l’endemá o tornaba a veura la vida plena de colors. Era sentimental i romántic i per aixó s’emocionaba i gaudia de les petites coses de la vida ; podía encomená a totom el seu amor per la natura, amaba la seva familia, era amic dels seus amics i podía conversar llargament i gaudí amb el més simple dels essérs humans o amb el més instruit e intelectual home de l’alta societat; aixó sí, quant algú no li era del seu agrat s’allunyaba d’ell sense cap mirament.  
El passat mes d’agost vaig tindre la satisfacció de fer una exposició a Sant Pol amb el meu pare i el seu net en Nico Brunet . Ell mateix la va titulá “Tres Generacions”; va ser una iniciativa que va concebre amb molt entusiasme, com si s’adones que podía ser el seu acomiadament i el  llegat que volia compartir amb els seus. Miran jo les seves telas no podía deixar d’admirar que aquella força, aquella precisió i aquella veritat poguesin surtí d’aquellas mans tremolosas i d’aquells ulls apagats per la malaltia; i es que tot alló no li surtia pas de las seves mans, ni dels seus ulls, no, tot alló li manaba del seu cor i de la seva ánima, que es la veritable font d’on surt tot l’art.
L’Oriol Martí Valls, el meu pare, “un representant particular d’un especimen humà en vies d’extinció...”, paraules d’en Claudi Puchades en el mágnific prolèg del llibre “El pintor Oriol Martí”. Ara aquet “especimen humà” ens ha deixat. Els que l’estimaben el tindrem en el record per sempre; els seus amics, que ell sabia triar molt bé, també el recordaran per la seva manera especial de entendre la vida; i els que no el conexien tan profundament o ni tan sols el conexien, podrán gaudir per sempre de les seves pincellades que surgian amb passió de la part més intima de la seva ánima .

El seu fill

Guillermo Martí  Ceballos
setembre de 2006





Oriol Martí. Sant Pol de Mar (Barcelona),
Óleo sobre tela, 1999

Oriol Martí. Teulades a Canet de Mar (Barcelona),
Óleo sobre tela, 1991

Oriol Martí. Sant Pol de Mar (Barcelona),
Óleo sobre tela, 1999

Oriol Martí. Girona,
Óleo sobre tela, 1992
Oriol Martí. Nena marginada,
Óleo sobre tela, 1990


Oriol Martí. Mercat de la Concepció (Barcelona),
Óleo sobre tela, 1991


Oriol Martí. "La Cabra" ( Calella)
Óleo sobre tela, 1990
Oriol Martí. Ramblas (Barcelona),
Óleo sobre tela, 1992
Oriol Martí. Sagrada Familia de Gaudí (Barcelona),
Óleo sobre tela, 1992

Oriol Martí. Casa Batlló, 2002 (Barcelona)
Óleo sobre madera.

Oriol Martí. Onades, 2001
Óleo sobre tela.


Oriol Martí. Paisatje1990
Óleo sobre tela

Oriol Martí. Pati interior.  Patio de su 
estudio en el Barrio  de l' Eixample de Barcelona.
Óleo sobre tela- (Barcelona) 1990

Oriol Martí. Port de Palamós (Girona), 1990
Óleo sobre tela

Oriol Martí. Sant Pol de Mar, 1990
Óleo sobre tela

Oriol Martí. Montjuich (Barcelona), 1994
Óleo sobre madera
Oriol Martí. Casetes de la Riera (Sant Pol de mar), 1994
Óleo sobre tela



Oriol Martí. Sant Pol de Mar, 2000
Óleo sobre tela

Oriol Martí. Sant Pol de Mar,
Óleo sobre cartón
Oriol Martí
Sant Pol de Mar (1979)
Óleo sobre lienzo, 55x30 cm

Oriol Martí
Barques, Sant Pol de Mar (1993)
Óleo sobre lienzo


Una de las críticas de su  primera exposición en la Sala Rovira en el año 1950.


MARTÍ VALLS, JOVEN PINTOR BIEN ORIENTADO


Oriol Martí Valls ha hecho acto de presencia con una jovencísima pintura, en Sala Rovira de Barcelona, como expositor novel.
El total de las obras que exhibe se eleva a veinticinco, siendo merecedoras de justas alabanzas las rotuladas " Pedralbes" -presidida por una calma-; "Una vista del Puerto"..... . a más del retrato "Mi sobrino Alejandro".
No se trata de incipiente ni impaciente como muchos de los que , creyendo llevar algo muy grande y definitivo en el cerebro y en el corazón, no vacilan en inferir al Arte los mayores agravios, sino de un pintor que, por lo que anticipa, está bien orientado. Por lo pronto renuncia a embarcarse en esa "nave" de los locos con proa al llamado "Arte nuevo". Demuestra que sabe donde se encuentra y hacia qué horizontes se dirige, pero sin prisa, ni menos, saltando por encima de su sombra.
Sus obras son anticipo de no pocas promesas fielmente a cumplir, sin desviarse del sendero que eligiera al establecer contacto con formas y volúmenes naturalmente iluminados. Cabe confiar, por tanto, que en tiempo relativamente breve logrará no poco de lo mucho que apetece. Porque Martí Valls, por lo que insinúa, es un pintor, si bien en formación todavía, incapaz de traicionarse a si mismo.


Juan Francisco Bosch
Radio España de Barcelona
Archivo: "El año artístico Barcelonés", 1950


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