La emoción del arte: Pintura en tres dimensiones

Hoy tengo el placer de daos a conocer la obra del artista Argentino Horacio Guillermo Montes, todo un humanista de nuestro tiempo: arquitecto/escultor/pintor, que reside actualmente en Buenos Aires. Horacio es un polifacético artista que he tenido la fortuna de conocer de forma virtual y que nos ha permitido un acercamiento para poder así intercambiar puntos de vista comunes y reflexionar sobre el desconcertante momento por el que está pasando el arte actual; una de las muchas cosas positivas que tiene este globalizado mundo de internet, que nos permite conocer las opiniones de personas de otras latitudes, no manipuladas por intereses particulares, que de no existir quizás nunca se llegarían a conocer.

Horacio Guillermo Montes es un artista de los que ya no quedan, "de aquellos tiempos añorados del arte", que siguen su camino indiferente a las modas y a los conceptualismos tan en uso hoy en día. Su pasión por el color nos lo demuestra con esas pinturas expresionistas llenas de fuerza y de poderosa magia, esos paisajes urbanos con esas cúpulas puntiagudas multicolores que nos recuerdan a la última etapa figurativa de Kandinsky y en las que de una manera personal mezcla la abstracción con la figuración.

Su amor por el cubismo se palpa también en su obra y es precisamente aquí donde radica su mayor proeza creativa, fusionando la pintura con la escultura con sorprendente habilidad, consiguiendo trasladar una superficie plana de dos dimensiones a una tercera dimensión a modo de bajorrelieve. La madera es su medio para realizar estas sorprendentes figuras volumétricas que están constituidas por piezas trabajadas individualmente y que una vez unidas, como si se tratase de un rompecabezas, componen la obra completa. Con esto logra que el espectador se percate del proceso creativo del artista sumergiéndose con profundidad en los diferentes fragmentos o partes de la obra; como muy bien dice él mismo "fijar en la memoria del espectador el recuerdo y reconocimiento de sus valores originales".

En algunas ocasiones reproduce sus propios dibujos y los traduce a su lenguaje volumétrico, en otras escoge las obras de grandes artistas consiguiendo una nueva reinterpretación de la obra original, simplificando al espectador su visión y su rápida comprensión y con la particularidad de que pudiendo desmontar y montar las piezas, el proceso creativo original se hace más patente.

Ha sido un gran orgullo para mi que este gran artista eligiese una de mis obras para así sorprenderme extrayendo de mi lienzo la tercera dimensión, y de alguna manera, haciéndome comprender mejor mi propia creación. Pero mejor os muestro lo que las palabras no pueden explicar.